La voluntad política para el cambio educativo de un país es fundamental, por que de ella parten los lineamientos a seguir; a si lo han entendido el gobierno transitorio del Dr. Valentín Paniagua y del Dr., Alejandro Toledo, en sus respectivos momentos y espacios dichas administraciones de educación, a pesar de los obstáculos estructurales y coyunturales, han tratado de operativisar la voluntad política del gobierno, por lo menos en la parte teórica o declarativa, en sentido de construir el cambio educativo, han sido concientes de que los cambios son complejos política y técnicamente, son difíciles. Sin embargo, ellos son posibles cuando hay una expresa voluntad política del gobierno afincada en los consensos culturales y acuerdos sociales básicos, que constituyen la base de sustentación de las políticas educativas de estado.
Las administraciones señaladas comparten la visión de que construir la calidad educativa no es factible con un enfoque inmediatista y coyuntural, implica hacer siembras que tienen su tiempo de maduración y sus resultados se ven concretados en el mediano y corto plazo
Así lo han comprendido también, en un panorama más amplio, los impulsores y actores del Acuerdo Nacional de Gobernabilidad, quienes coincidieron en que la voluntad política de cambio tiene un indicador concreto, que es el financiamiento que destina el país a desarrollo educativo, concensuaron un incremento en un 6% del PBI en los presupuestos educativos.
Es inexplicable ¿Por qué el propio gobierno que oficializo el Proyecto Educativo Nacional como política de estado de largo plazo lo ignore y miniminice el tema en los hechos?, Quizás sea por que el gobierno aprista no le es rentable en términos de popularidad aplicar una política educativa a largo plazo, puesto que manejar responsablemente la educación y el país no producen titulares en los medios de comunicación. En cambio, la voluntad política liderada por el presidente García, con el apoyo del ministro Chang, se identifican con medidas de corto plazo, de impacto mediático, con fuertes rasgos de improvisación y con un presupuesto que apenas bordea el 3% del PBI y no incluye la participación social.
Las principales medidas adoptadas por el gobierno como son: la Municipalización de la Educación, la Evaluación Censal del Magisterio Publico en el 2007, la compra de LAP TOP, el criterio del Tercio Superior, el obsoleto modelo de Televisión en la Escuela, el programa Alfabetización y el concurso para nombramiento el 2008; se han aprobado sin el sustento de las áreas técnicas del Ministerio de Educación, ni la opinión de la comunidad educativa y el Consejo Nacional de Educación. Ante ello, existe mucha preocupación en nuestros días por tener un proyecto educativo nacional a largo plazo ¿por qué? Por el simple hecho de que a los peruanos nos ha costado mucho llegar a entender que sin ello no podemos salir del estado en que se encuentra la educación a nivel nacional.
El Perú ya ha superado su etapa fundacional, su grado cero de existencia. Lo estamos construyendo. No se inventa día a día el noticiero televisivo o portada periodística. El estado es continuidad de un proceso histórico de formación que supera varias etapas de gobierno, por tales razones, la capacidad y derecho de propuesta de un gobierno democrático debe fluir a través del proceso y mecanismos racionales que lo decantan y afinan. Existe un mecanismo en el sector educación. Poseen actores concretos especializados que deben ser convocados y consultados: de la sociedad civil ejemplo: Foro Educativo, otros mixtos ejemplo: Consejo Nacional de Educación y otros estatales ejemplo: las Direcciones Nacionales o Regiones del sector Educación, así como los colegios y Escuelas Publicas y Privadas del país.