Al cumplir con el mandato constitucional el gobierno del Dr. Alejandro Toledo cumplió con el proceso de transferencia de cargos sin ningún inconveniente, dejó las cifras del país en azul, cuentas claras, con todos los recibos de compras que Palacio realizó en 5 años, dando así una transparencia y ejemplo de gestión, esta buena práctica y buen signo de gestión fue utilizado por el gobierno de García para cuestionar todo lo que dejó el gobierno utilizando para ello a sus fieles compañeros “congresistas apristas” que se encargaron de satanizar la gestión de Alejandro Toledo señalaron que existió una “frivolidad” para gobernar y otras tantas patrañas que no prosperaron.
Hoy nos damos cuenta que el buen ejemplo de gestión y transparencia se ha dado al olvido y se ha vuelto a las viejas prácticas que caracterizaron al Apra en su primera gestión (85-90 a los escándalos de corrupción de compañeros se suma la denuncia de IDL-Reporteros en la que advierte que el jefe de estado recibió un lote de 120 botellas de finos vinos con su nombre y foto, sin pagar tributos aduaneros. Consultado sobre esta noticia el presidente animó a responder en tono enfático y sin descaro “No solamente una empresa argentina, sino 20 productores de pisco ponen mi nombre en sus botellas y ponen mi imagen. Cientos de productores de vino, de pisco y artesanales envían sus botellas a Palacio de Gobierno para ser conocidos o tener el honor de que se tome en palacio. Punto”
Hoy nos damos cuenta que el buen ejemplo de gestión y transparencia se ha dado al olvido y se ha vuelto a las viejas prácticas que caracterizaron al Apra en su primera gestión (85-90 a los escándalos de corrupción de compañeros se suma la denuncia de IDL-Reporteros en la que advierte que el jefe de estado recibió un lote de 120 botellas de finos vinos con su nombre y foto, sin pagar tributos aduaneros. Consultado sobre esta noticia el presidente animó a responder en tono enfático y sin descaro “No solamente una empresa argentina, sino 20 productores de pisco ponen mi nombre en sus botellas y ponen mi imagen. Cientos de productores de vino, de pisco y artesanales envían sus botellas a Palacio de Gobierno para ser conocidos o tener el honor de que se tome en palacio. Punto”
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Consultado sobre esta afirmación del señor García; ROMINA MELLA IDL-REPORTEROS logró entrevistarse con Adriano Senetiner (AS) es presidente de Viniterra, la bodega argentina de Luján de Cuyo, ubicada en la provincia de Mendoza. Ellos elaboraron el vino que el presidente Alan García dice que le fue ‘regalado’ ¿Ustedes en algún momento han regalado botellas de vino al gobierno peruano? AS: No creo. Acá no regalamos vino. Y menos si no va con la marca nuestra. Son vinos caros. Nosotros dejamos de producir ese vino (premiun lubileus) porque era muy caro. En este momento la caja de 12 puede estar en 150 y 200 dólares la caja de 12, en Argentina.
Luego tenemos otro caso, García señalo una austeridad, en las adquisiciones de palacio y que evitaran gastos innecesarios Según una reporte de Diario 16 Palacio de Gobierno gastó la suma de 55 mil 885 nuevo soles en un mes, sólo en la compra de embutidos. Mientras que 78 mil 780 soles se destinaron a la compra de pescados y mariscos. Bajo el rubro “Adquisiciones de embutidos” figuraban gastos de 480 kilos de chicharrón de prensa. Pero además, 900 kilos de jamonada y 720 kilos de mortela. En pescados y mariscos se consume en palacio, dos toneladas y 160 kilos; sin contar los 840 kilos de trucha entre los 480 kilos de mixtura. Y si hablamos de pan anualmente se comen 180 mil panes de 49 gramos cada uno, lo que significa aproximadamente 493 panes por día. A ellos se suman los 312 paquetes de pan de molde con un costo de más de 26 mil soles.
Que al presidente a cambiado a engordado qué duda cabe, si uno hace una comparación entre el Alan García del 2006 y el Alan García del 2011 se encontrará con una diferencia abismal, no sólo en las falsas promesas que le hizo al pueblo sino también en sus kilos demás, hoy encontramos a un todo poderoso señor presidente con su ego colosal y esa sensación de entrometerse siempre en el proceso electoral y sin olvidar el buen diente que debe tener. ¡Salud, presidente!
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