El 2004 se decidió acudir ante la Haya.

El ex-presidente el Dr. Alejandro Toledo en declaraciones al diario La República afirma: Durante mi gobierno se tomó la decisión de llevar el caso limítrofe con Chile a la Corte de la Haya. Para ello se tomaron todas las decisiones jurídicas y políticas para argumentar con solidez nuestra posición.
Alejandro Toledo Manrique Presidente Constitucional de la República 2001-2006 En primer lugar, procedimos a reconocer la competencia obligatoria de la Corte de la Haya. Antes el Perú no había reconocido esa competencia. En segundo lugar, identificamos el Pacto de Bogotá como el fundamento jurídico para hacer viable la demanda. Chile y el Perú habían reconocido por este Pacto en 1948 la competencia de la Corte para la solución de sus controversias. Esto fue decisivo en el proceso. Así, el 2004, quedó expedita la base jurídica para poder ir a la Corte.Además, conforme al Derecho Internacional y al mandato de la Constitución, el Perú tenía que aprobar su Ley de Líneas de Base, es decir, establecer sus límites frente a la alta mar. Eso también lo hicimos, primero, nombrando una Comisión Técnica y luego enviando al Congreso, el 2005, el proyecto de Ley para aprobar las líneas de base. El Congreso aprobó la ley.Pero aun con todas estas previsiones jurídicas tampoco teníamos todos los requisitos, pues conforme al Derecho Internacional antes de ir a la Corte se necesita haber agotado las posibilidades de una solución negociada. Con ese objeto, autoricé el 2004 al canciller Rodríguez Cuadros a que dirija una carta a la canciller Soledad Alvear, invitando de buena fe al gobierno de Chile a iniciar negociaciones dentro de los sesenta días subsiguientes.El plazo temporal fue esencial pues expresaba, conforme al Derecho Internacional, la voluntad expresa de mi gobierno de realmente ir a negociaciones para establecer el límite. Esta Carta, entiendo, es quizás el anexo más importante que el actual gobierno ha incluido acertadamente en la demanda.El gobierno de Chile se negó a las negociaciones y con esa negativa se agotó el requisito de las negociaciones diplomáticas, sin el cual el caso no se podía llevar a La Haya. A partir de ese momento, quedó por primera vez en la historia expedito el camino jurídico para ir a La Haya.Esa decisión la adoptamos a mediados del 2004, luego de una reunión en mi despacho con un equipo de abogados extranjeros. Al mismo tiempo, en Cancillería se terminaron los estudios jurídicos y aprobé la cont***ción de más de diez eminentes juristas internacionales que hicieron sus propias evaluaciones.Al final del proceso se elaboró el proyecto de demanda que se iba a presentar en La Haya al final de mi mandato. Sin embargo, los candidatos presidenciales pidieron que esa decisión la adopte el siguiente gobierno. Y como siempre he considerado que este es un tema de Estado, accedí a ese pedido. Hoy, finalmente, vemos los resultados de esa decisión asumida, que espero sea más incluyente, como todas aquellas que tienen que ver con los intereses del Perú en las que el presidente García y sus sucesores tendrán nuestro absoluto respaldo.