Los sistemas político-sociales contrapuestos entre los países, el capitalismo y el comunismo, provocaron una guerra que se inició en 1950. En esa guerra Corea del Sur acudió en ayuda de EE.UU., mientras las Fuerzas Armadas de China y las tropas de la URSS estaban al lado de Corea del Norte. Tras intensos combates en 1953, ambos estados celebraron un acuerdo de alto el fuego, aunque no se hizo un tratado de paz. Según este acuerdo Corea del Sur y Corea del Norte están divididas por la línea de demarcación militar en ambos lados de la zona desmilitarizada, de una anchura de 4 kilómetros.
En
la década de los 60 se registraron ataques y provocaciones armadas
repetidamente por parte de ambos estados, lo que llevó a la muerte de
centenares de coreanos. Sin embargo, en las décadas posteriores ambas partes
han dado pasos para suavizar la tensión.
En
julio de 1972 ambas Coreas firmaron una declaración conjunta que establece los
principios básicos de la asociación: por sus propias fuerzas sin depender de
fuerzas externas, y por medios pacíficos a partir de la “unidad nacional”.
En
1991, Corea del Norte y Corea del Sur firmaron el Acuerdo de reconciliación, no
agresión, cooperación e intercambio. En 1992 adoptaron una declaración conjunta
sobre la desnuclearización de la península coreana.
En
el período entre 2000 y 2007 en Pyongyang se celebraron dos cumbres
intercoreanas donde se firmó la Declaración Conjunta del Norte y del Sur, donde
las partes anunciaron su intención de buscar la reunificación “por las fuerzas
de la nación coreana”. Asimismo se acordó mantener “relaciones de paz y
prosperidad”.
Sin
embargo el diálogo político entre las dos Coreas ha estado marcado por cierta
inestabilidad, donde las pugnas por ambas partes han pasado por momentos de
menor a mayor tensión. En octubre de 2006 y mayo de 2009 hubo un deterioro de
las relaciones cuando Corea del Norte realizó pruebas nucleares subterráneas.
Este paso indignó a la comunidad internacional. En respuesta a las acciones de
Pyongyang el Consejo de Seguridad adoptó la Resolución 1718 y 1874, que exigían
a Corea del Norte detener las actividades nucleares y volver a las
conversaciones sobre la desnuclearización de la península coreana.
El
26 de marzo de 2010 en el Mar Amarillo, cerca de la frontera con Corea del Norte,
tras una fuerte explosión cuya causa no se conoce se hundió la fragata militar
surcoreana Cheonan. 46 de los 104 marineros que estaban a bordo murieron. Seúl
acusó a Pyongyang de la destrucción de la nave; Corea del Norte, a su vez, dijo
que la investigación del caso fue falsificada por Seúl.
El
23 de noviembre de 2010 en la península coreana, cerca de la isla de Yeonpyeong
en el mar Amarillo, donde pasa la línea fronteriza en disputa entre ambas
Coreas, se registró el incidente armado más grande en el último medio siglo.
Según informes de Seúl, la isla fue sometida a fuego de artillería desde el
norte, fuego al que respondieron. En este combate murieron dos soldados
surcoreanos y 14 resultaron heridos.
El
17 de diciembre de 2011 murió el líder norcoreano Kim Jong-il. Su hijo menor,
Kim Jong-un, fue nombrado como sucesor.
El
12 de febrero de 2013 tuvo lugar un auge de la tensión en la crisis coreana
cuando Corea del Norte realizó su tercera prueba militar subterránea. En
respuesta a este desafío, el 7 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU
adoptó la resolución 2094 con nuevas sanciones.
Otro
deterioro de las relaciones entre Pyongyang y Seúl se dio por los ejercicios
militares conjuntos a gran escala de Corea del Sur y EE.UU. en marzo de 2013.
Pyongyang suele considerar este tipo de ejercicios militares como un “ensayo
general para la guerra” en la península coreana, por lo que amenaza con tomar
represalias en caso de un ataque a su territorio. Además, las autoridades
norcoreanas han insistido en repetidas ocasiones que en caso de agresión están
listos para usar misiles capaces de llegar a las bases de EE.UU.
El
5 de marzo Corea del Norte puso fin al Acuerdo de Armisticio que se firmó en
1953. El 8 de marzo declaró la renuncia unilateral de todo acuerdo de no
agresión vigente entre Pyongyang y Seúl, y anunció el corte de línea de
comunicación telefónica entre los dos países.
El
26 de marzo Corea del Norte declaró que está preparado para el combate y
amenazó con golpear a Guam, Hawái y la parte continental de EE.UU.
El
27 de marzo Corea del Norte decidió romper la línea directa militar de
comunicación con Seúl. El mismo día, Corea del Norte envió un mensaje al
Consejo de Seguridad de la ONU diciendo que la situación en la península
coreana está al borde de la guerra nuclear.
El
29 de marzo dos bombarderos sigilosos B-2 de la Fuerza Aérea de EE.UU. con
capacidad para transportar bombas nucleares, hicieron su primera maniobra
militar en la península coreana.
El
30 de marzo Corea del Norte anunció que las relaciones en la península coreana
han entrado en estado de guerra y resolverán los asuntos con el Sur según las
normas de guerra. El Gobierno surcoreano respondió rápidamente a esta
declaración de Pyongyang, asegurando que “la declaración de Corea del Norte no
es una amenaza nueva, sino la continuación de sus amenazas provocadoras”,
mientras EE.UU. tomó la decisión “en serio”.
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